El
Perfil
EL
CIELO arde. El cielo arde, ésa es la verdad. Una verdad única e
inamovible que se plasma en forma de una casa a oscuras, un salón a
oscuras, una habitación a oscuras...a las doce de la mañana. Es una
fotografía en el tiempo, una imagen congelada por la que se cuelan
los segundos, los minutos y las horas, sólo tangibles a la vez que
invisibles para una mente inquieta.
Veda
se levanta de la cama, se arrastra hacia la cocina en busca de un
café, enciende la música, mecla el café con la leche, lo calienta
y vuelve a acompañarlo de un cigarrillo mal liado a causa de la
jaqueca y la niebla matutina. Veda ejecuta el explorador, un poco más
despierta, y va de su perfil en perfil, y luego ve sus fotos, y
piensa si en ésta vida los encuentros son casuales o es lo que le
gustaría pensar. Pero...un momento. Si los encuentros son casuales,
si el principio de sincronicidad del que hablaba Jung es cierto, ¿han
sido provocados por su necesidad? ¿Y qué trasfondo había en ésa
necesidad? ¿La necesidad de lo que querría que fuera provocaba ésa
lectura de los reencuentros? Ah, entonces la historia era otra.
Cierra el explorador, vuelve a la música y deja de pensarlo más.
Entonces recuerda otro principio útil en ésta vida: “Si la
realidad se acomoda a lo que a tí más te gustaría, ¡desconfía de
tus sentidos!” de Badwin. Sí, cierto, sólo se cree una mentira el
más avezado a creerla, entra en ella hasta la cabeza y termina
imbuído hasta las orejas. Encuentros, dice en voz alta. Se ríe en
un tímido murmullo escéptico y mata el café en dos tragos.
Encuentros y reencuentros. Acaba el cigarrillo en cuatro caladas más,
cierra la tapa del portátil y entra en la ducha, reemplazando su
andar de espectro por uno un poco más humano. Encuentros. Qué risa. El cielo fuera sigue derramando su ira divina y amarillenta encima del asfalto. La cabeza de Veda, coge la bifurcación de la derecha y sigue vomitando vida y sueños.
He encontrado el pasaje realmente exquisito.
ResponderEliminarLlevo tiempo sin escribir nada creativo y con la más sana de las envidias debo decir que me encanta la manera en que encajan, mediante precisas y variadas metáforas, las mundanas dudas salpicadas de cotidianidad que nos pueden asaltar sin tregua en cualquier momento de nuestra vida.
Un abrazo y nos leemos ;)
A veces ficción y realidad encajan con precisión y hacen que la vida misma sea precisamente fuente y yacimiento de lírica.
ResponderEliminar¡Muchas Gracias!
Me encanta que la gente lea y se tome el cuidado de pasar por aquí a comentar.
Un abrazo y sigue pasando que ya sabes que eres bien recibido.
Hola! soy Enea! me acabo de crear un blog! te sigo! bss
ResponderEliminarHola Enea, gracias!! Te sigo yo tb a tí :)
ResponderEliminar